Así, como gesto de agradecimiento por todo el apoyo prestado por el Padre Eugenio, aparecen dos santos dominicos, cómo no el fundador de la Orden, Santo Domingo de Guzmán, y el Padre de la Iglesia Santo Tomás de Aquino.
Junto a ellos, y como símbolo de que la Iglesia es una realidad viva y actual, figurarán el Siervo de Dios, Cardenal Ángel Herrera Oria, como figura trascendental en la creación del barrio de Carranque y en su parroquia de San José Obrero, y por otro lado la que será la próxima santa proclamada por el Santo Padre, la Madre Teresa de Calcuta, en concreto el 4 de septiembre de 2016.
Hay que recordar que esta corporación nazarena hace ofrenda floral todos los años ante la tumba del Santo, sita en la Catedral de Málaga.
Por otro lado, la advocación Virgen del Sagrario casi obliga a alusiones eucarísticas en los cirios que la alumbran.
Para este año se han escogido 6 escenas que refieren a la sacramentalidad de la Iglesia, como son el pelícano que con su propia sangre alimenta a su crías, una custodia, el Niño Jesús abriendo un sagrario, así como 3 estampas sacadas de los azulejos de la sacristía de la parroquia del Sagrario de la Catedral de Málaga, del ceramista Ramos Rejano, en concreto, Jesús mostrando la Eucaristía, el libro de los 7 Sellos y las especies pan y vino.
Y finalmente, en los candeleros centrales figurarán alusiones heráldicas tanto de la corporación, como de los logos del Año de la Misericordia como de la JMJ que se celebrará en Polonia el próximo verano.
Sirva el presente artículo para reflexionar sobre el mensaje eucarístico y de universalidad de la Santa Madre Iglesia, que pretende transmitir la cera que iluminará el rostro de la Virgen del Sagrario
